Esto es la Universidad.... pública




Este blog está dirigido a vosotros, los estudiantes que acabáis de llegar a la Universidad. A la Universidad pública. A la universidad de todos. La que costeamos entre todos para que independientemente del nivel de vuestros ingresos familiares tengáis la oportunidad de aprender y de transformar vuestra vida. Para que aprendáis Derecho y, sobre todo, os convirtáis en personas pensantes y críticas, dispuestas a integraros inteligentemente en el mundo que os ha tocado vivir.

En este blog encontraréis primero las instrucciones para sacar el máximo provecho de "nuestro" esfuerzo conjunto a lo largo de estas semanas de clase. Pero también algo más: una incitación permanente a aprender, un estímulo para que vayáis más allá de la mera superación del trámite administrativo del aprobado. Escribía el piloto, escritor y filósofo francés Antoine de Saint Exupéry (1900-1944) en El Principito, que "sólo se conocen las cosas que se domestican". Por eso voy a tratar de convenceros de lo importante que es "domesticar" lo que vais a estudiar. Para que sintáis lo apasionante que es descubrir el mundo a través del Derecho. Pero no del Derecho a secas, sino del Derecho en su trayectoria histórica, en el marco cultural de la civilización en la que aparece. Para que comprendáis como sugería José Ortega y Gasset, que preservar nuestra civilización depende de que cada generación se adueñe de su época y sepa vivir "a la altura de los tiempos".

Para ello cada semana os diré qué tenéis que estudiar y cómo, os proporcionaré lecturas y os recomendaré ejercicios. También compartiré con vosotros pensamientos y consideraciones que vengan a cuento, al hilo de lo que vayamos estudiando.

Tendremos que trabajar mucho, vosotros y un servidor. Pero eso dará sentido a vuestro -nuestro- paso por la Universidad. Será un esfuerzo muy rentable para vuestro -mi- engrandecimiento como personas. Os lo aseguro.

Ánimo, y a por ello.

Un saludo cordial

Bruno Aguilera-Barchet

jueves, 30 de abril de 2020

Pautas de evaluación

Estimados alumnos,

En primer lugar mi deseo de que vosotros, vuestro familiares y amigos os encontréis con buena salud y deseosos de comeros el mundo tan pronto como acabe el confinamiento. Aunque me temo que recuperar la normalidad va para largo. Pero mucho ánimo

Me acaban de confirmar que no habrá ninguna actividad presencial para acabar este curso 2019-2020. Por lo tanto vamos a acabar el curso "virtualmente". Lo que más me gusta de mi trabajo universitario es poder intercambiar presencialmente ideas, preguntas y respuestas con vosotras/os y desde luego por la vía "on line" esta tarea tan enriquecedora para todos queda descartada por el momento. Lo que me apena. Pero es lo que hay.

En relación con la evaluación final de la asignatura: 

Va a haber examen virtual. He reservado un aula para el 21 de mayo de 16 a 18 horas. No sé cómo va a ser el examen porque tengo que estudiarme el tutorial. Pero procuraré que sea sencillo aunque, por consejo de los técnicos, adoptaré las medidas que me permite la plataforma para evitar que durante el examen algunos monten un foro por wasap u otro medio y se pasen las respuestas. Aparentemente la solución es poner muchas preguntas y que la mayoría de los exámenes sean distintos. Aparte de poner un tiempo tasado por pregunta. 

Habrá examen de recuperación en junio. Pero aún el sistema no permite reservar aula. Así que no os puedo decir la fecha. 

A mi me parece bien que los que han hecho el Moot test y lo han aprobado liberen los 8 primeros temas. Incluidas las personas que lo entregaron tarde, pero en el mismo día. La persona que lo entregó días después tendrá que ir con el temario entero. Pero para que aplique esta solución necesito que sea aceptada por el 100% de la clase. De no ser así todos iríais con los 12 temas. 

En cuanto a la nota final contará el examen final y los Book Reports. Cómo hicisteis el Moot test, los que lo hicisteis, me servirá también de orientación, pero solo para subir la nota. En ningún caso para bajarla. 

Una última cosa. Os pediría a los delegados que gestionaseis con Decanato o con la autoridad académica competente la posibilidad de que una vez hecho el examen podáis depositar físicamente en la Facultad, en Vicálvaro los cuadernos de clase. Eso me permitiría revisarlos y valorarlos para la nota final. No sé si es posible, pero sería deseable.

Finalmente, como sabéis uno de los rasgos de mi método docente es incitaros a que hagáis buenas lecturas, porque entiendo que para un universitario es la mejor manera de contrarrestar el tropel de informaciones audiovisuales que recibís diariamente, muchas de ella sin contrastar, cuando no directamente "fake", es leer buenos textos, claros y formativos. De ahí que os impusiera la lectura de los tres libros que os puse desde principio de curso. 

Hoy me permito transcribiros un texto medieval (eso sí con el castellano modernizado) que creo viene a cuento en tiempos de nerviosismo y excepción. Un texto que fomenta que cada persona se forme su propia opinión de las cosas y actúe de acuerdo con sus convicciones. Está tomado de El Conde Lucanor.




 El conde Lucanor” es una obra narrativa de la literatura castellana medieval escrita entre 1331 y 1335 por Don Juan Manuel, Príncipe de Villena, un nieto de Fernando III de Castilla (1217-1252), conquistador de Córdoba y Sevilla y padre de Alfonso X el sabio. Su título completo y original en castellano medieval es “Libro de los enxiemplos del Conde Lucanor et de Patronio”. Está integrado por cinco partes de las cuales la más conocida son las 51 historia moralizantes (Exempla) inspiradas en obras clásicas como las Fábulas de Esopo o cuentos tradicionales árabes.

 La España medieval gracias a ser la España de las tres culturas: cristiana, musulmana y judía era el lugar más culto de Europa. Pensad en la interesantísima figura de Alfonso X el Sabio (1252-1284), un rey cultísimo, autor de diversos libros y fundador de la escuela de traductores de Toledo gracias a la cual se tradujeron y distribuyeron por toda Europa las obras capitales de la Antigüedad greco-latina. Sin la España medieval Europa habría tardado mucho más en salir del oscurantismo de la Alta Edad Media. 

El texto es el cuento segundo del Conde Lucanor. Un noble que tiene como consejero al sabio Patronio. La obra es muy muy entretenida a pesar de tener casi 800 años.  Desde luego es un libro canónico que debería estar en cualquier biblioteca. 



Os lo transcribo a continuación : 

Cuento II

Lo que sucedió a un hombre bueno con su hijo


Otra vez, hablando el Conde Lucanor con Patronio, su consejero, le dijo que estaba muy preocupado por algo que quería hacer, pues, si acaso lo hiciera, muchas personas encontrarían motivo para criticárselo; pero, si dejara de hacerlo, creía él mismo que también se lo podrían censurar con razón. Contó a Patronio de qué se trataba y le rogó que le aconsejase en este asunto.

-Señor Conde Lucanor -dijo Patronio-, ciertamente sé que encontraréis a muchos que podrían aconsejaros mejor que yo y, como Dios os hizo de buen entendimiento, mi consejo no os hará mucha falta; pero, como me lo habéis pedido, os diré lo que pienso de este asunto. Señor Conde Lucanor -continuó Patronio-, me gustaría mucho que pensarais en la historia de lo que ocurrió a un hombre bueno con su hijo.

El conde le pidió que le contase lo que les había pasado, y así dijo Patronio:

-Señor, sucedió que un buen hombre tenía un hijo que, aunque de pocos años, era de muy fino entendimiento. Cada vez que el padre quería hacer alguna cosa, el hijo le señalaba todos sus inconvenientes y, como hay pocas cosas que no los tengan, de esta manera le impedía llevar acabo algunos proyectos que eran buenos para su hacienda. Vos, señor conde, habéis de saber que, cuanto más agudo entendimiento tienen los jóvenes, más inclinados están a confundirse en sus negocios, pues saben cómo comenzarlos, pero no saben cómo los han de terminar, y así se equivocan con gran daño para ellos, si no hay quien los guíe. Pues bien, aquel mozo, por la sutileza de entendimiento y, al mismo tiempo, por su poca experiencia, abrumaba a su padre en muchas cosas de las que hacía. Y cuando el padre hubo soportado largo tiempo este género de vida con su hijo, que le molestaba constantemente con sus observaciones, acordó actuar como os contaré para evitar más perjuicios a su hacienda, por las cosas que no podía hacer y, sobre todo, para aconsejar y mostrar a su hijo cómo debía obrar en futuras empresas.

»Este buen hombre y su hijo eran labradores y vivían cerca de una villa.   -38-   Un día de mercado dijo el padre que irían los dos allí para comprar algunas cosas que necesitaban, y acordaron llevar una bestia para traer la carga. Y camino del mercado, yendo los dos a pie y la bestia sin carga alguna, se encontraron con unos hombres que ya volvían. Cuando, después de los saludos habituales, se separaron unos de otros, los que volvían empezaron a decir entre ellos que no les parecían muy juiciosos ni el padre ni el hijo, pues los dos caminaban a pie mientras la bestia iba sin peso alguno. El buen hombre, al oírlo, preguntó a su hijo qué le parecía lo que habían dicho aquellos hombres, contestándole el hijo que era verdad, porque, al ir el animal sin carga, no era muy sensato que ellos dos fueran a pie. Entonces el padre mandó a su hijo que subiese en la cabalgadura.

»Así continuaron su camino hasta que se encontraron con otros hombres, los cuales, cuando se hubieron alejado un poco, empezaron a comentar la equivocación del padre, que, siendo anciano y viejo, iba a pie, mientras el mozo, que podría caminar sin fatigarse, iba a lomos del animal. De nuevo preguntó el buen hombre a su hijo qué pensaba sobre lo que habían dicho, y este le contestó que parecían tener razón. Entonces el padre mandó a su hijo bajar de la bestia y se acomodó él sobre el animal.

»Al poco rato se encontraron con otros que criticaron la dureza del padre, pues él, que estaba acostumbrado a los más duros trabajos, iba cabalgando, mientras que el joven, que aún no estaba acostumbrado a las fatigas, iba a pie. Entonces preguntó aquel buen hombre a su hijo qué le parecía lo que decían estos otros, replicándole el hijo que, en su opinión, decían la verdad. Inmediatamente el padre mandó a su hijo subir con él en la cabalgadura para que ninguno caminase a pie.

»Y yendo así los dos, se encontraron con otros hombres, que comenzaron a decir que la bestia que montaban era tan flaca y tan débil que apenas podía soportar su peso, y que estaba muy mal que los dos fueran montados en ella. El buen hombre preguntó otra vez a su hijo qué le parecía lo que habían dicho aquellos, contestándole el joven que, a su juicio, decían la verdad. Entonces el padre se dirigió al hijo con estas palabras:

»-Hijo mío, como recordarás, cuando salimos de nuestra casa, íbamos los dos a pie y la bestia sin carga, y tú decías que te parecía bien hacer así el camino. Pero después nos encontramos con unos hombres que nos dijeron que aquello no tenía sentido, y te mandé subir al animal, mientras que yo iba a pie. Y tú dijiste que eso sí estaba bien. Después encontramos otro grupo de personas, que dijeron que esto último no estaba bien, y por ello   -39-   te mandé bajar y yo subí, y tú también pensaste que esto era lo mejor. Como nos encontramos con otros que dijeron que aquello estaba mal, yo te mandé subir conmigo en la bestia, y a ti te pareció que era mejor ir los dos montados. Pero ahora estos últimos dicen que no está bien que los dos vayamos montados en esta única bestia, y a ti también te parece verdad lo que dicen. Y como todo ha sucedido así, quiero que me digas cómo podemos hacerlo para no ser criticados de las gentes: pues íbamos los dos a pie, y nos criticaron; luego también nos criticaron, cuando tú ibas a caballo y yo a pie; volvieron a censurarnos por ir yo a caballo y tú a pie, y ahora que vamos los dos montados también nos lo critican. He hecho todo esto para enseñarte cómo llevar en adelante tus asuntos, pues alguna de aquellas monturas teníamos que hacer y, habiendo hecho todas, siempre nos han criticado. Por eso debes estar seguro de que nunca harás algo que todos aprueben, pues si haces alguna cosa buena, los malos y quienes no saquen provecho de ella te criticarán; por el contrario, si es mala, los buenos, que aman el bien, no podrán aprobar ni dar por buena esa mala acción. Por eso, si quieres hacer lo mejor y más conveniente, haz lo que creas que más te beneficia y no dejes de hacerlo por temor al qué dirán, a menos que sea algo malo, pues es cierto que la mayoría de las veces la gente habla de las cosas a su antojo, sin pararse a pensar en lo más conveniente.

»Y a vos, Conde Lucanor, pues me pedís consejo para eso que deseáis hacer, temiendo que os critiquen por ello y que igualmente os critiquen si no lo hacéis, yo os recomiendo que, antes de comenzarlo, miréis el daño o provecho que os puede causar, que no os confiéis sólo a vuestro juicio y que no os dejéis engañar por la fuerza de vuestro deseo, sino que os dejéis aconsejar por quienes sean inteligentes, leales y capaces de guardar un secreto. Pero, si no encontráis tal consejero, no debéis precipitaros nunca en lo que hayáis de hacer y dejad que pasen al menos un día y una noche, si son cosas que pueden posponerse. Si seguís estas recomendaciones en todos vuestros asuntos y después los encontráis útiles y provechosos para vos, os aconsejo que nunca dejéis de hacerlos por miedo a las críticas de la gente.

El consejo de Patronio le pareció bueno al conde, que obró según él y le fue muy provechoso.

Y, cuando don Juan escuchó esta historia, la mandó poner en este libro e hizo estos versos que dicen así y que encierran toda la moraleja:

Por críticas de gentes, mientras que no hagáis mal,
buscad vuestro provecho y no os dejéis llevar.


FUENTE: http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/el-conde-lucanor--0/html/00052e2a-82b2-11df-acc7-002185ce6064_1.html#I_5_ [Última consulta abril de 2020]



                                          El Infante Don Juan Manuel (1282-1348)

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