Esto es la Universidad.... pública




Este blog está dirigido a vosotros, los estudiantes que acabáis de llegar a la Universidad. A la Universidad pública. A la universidad de todos. La que costeamos entre todos para que independientemente del nivel de vuestros ingresos familiares tengáis la oportunidad de aprender y de transformar vuestra vida. Para que aprendáis Derecho y, sobre todo, os convirtáis en personas pensantes y críticas, dispuestas a integraros inteligentemente en el mundo que os ha tocado vivir.

En este blog encontraréis primero las instrucciones para sacar el máximo provecho de "nuestro" esfuerzo conjunto a lo largo de estas semanas de clase. Pero también algo más: una incitación permanente a aprender, un estímulo para que vayáis más allá de la mera superación del trámite administrativo del aprobado. Escribía el piloto, escritor y filósofo francés Antoine de Saint Exupéry (1900-1944) en El Principito, que "sólo se conocen las cosas que se domestican". Por eso voy a tratar de convenceros de lo importante que es "domesticar" lo que vais a estudiar. Para que sintáis lo apasionante que es descubrir el mundo a través del Derecho. Pero no del Derecho a secas, sino del Derecho en su trayectoria histórica, en el marco cultural de la civilización en la que aparece. Para que comprendáis como sugería José Ortega y Gasset, que preservar nuestra civilización depende de que cada generación se adueñe de su época y sepa vivir "a la altura de los tiempos".

Para ello cada semana os diré qué tenéis que estudiar y cómo, os proporcionaré lecturas y os recomendaré ejercicios. También compartiré con vosotros pensamientos y consideraciones que vengan a cuento, al hilo de lo que vayamos estudiando.

Tendremos que trabajar mucho, vosotros y un servidor. Pero eso dará sentido a vuestro -nuestro- paso por la Universidad. Será un esfuerzo muy rentable para vuestro -mi- engrandecimiento como personas. Os lo aseguro.

Ánimo, y a por ello.

Un saludo cordial

Bruno Aguilera-Barchet

miércoles, 4 de diciembre de 2019

El planeta primero





De Sydney a Vancouver, de París a Pretoria, de Nueva York a Buenos Aires, en todo el planeta más un millón de jóvenes han dejado de ir al colegio para manifestarse en la calle. Y todo por culpa de una adolescente sueca afectada por el síndrome de Asperberger  llamada Greta Thunberg (2003) que en el verano de 2018 empezó a dejar de ir a clase los viernes para manifestarse en Estocolmo ante el Parlamento sueco para concienciar al mundo del dramatismo del cambio climático y obligar a los políticos a reaccionar. Su combate prendió y Greta ya ha hecho un TED y ha pronunciado un discurso en la ONU, concretamente en diciembre de 2018, en el COP 24 celebrado en Katowice (Polonia). “Por su culpa” los adolescentes se han cabreado en el mundo entero y han decidido tomar medidas. En Estados unidos ha surgido el movimiento Huelga climática infantil, fundado por 5 adolescentes entre 12 y 17 años; y otros 21 adolescentes han presentado la primera demanda judicial contra el Gobierno norteamericano por no protegerlos de los daños que supone el uso de los combustibles fósiles. Una demanda que ha sido admitida a trámite.



Mucho ruido y pocas nueces

 El cabreo de los jóvenes está justificado. Porque los síntomas del calentamiento climático, tantas veces debatido entre quienes creen en él y los que opinan que es un cuento chino, empiezan a ser cada vez más claros. Si atendemos, por ejemplo, a la drástica reducción de la masa de hielo de los polos y a la subida del nivel de los océanos. Y es que ¿cómo no va a haber calentamiento global si unos 120.000 aviones diarios surcan los cielos del planeta… cada día?




El verdadero problema es que, junto a los políticos, dominados por el cortoplacismo electoral, los juristas tampoco están a la altura, a pesar de que existe una nueva área jurídica llamada Derecho medioambiental que va a cumplir medio siglo de existencia. El problema es que esta nueva área jurídica se inscribe en el ámbito internacional, y hoy por hoy, como sabemos, el único derecho que funciona de modo eficaz es el estatal ya que son los estados los que tienen los medios para imponerlo por la fuerza si es necesario. El derecho internacional está plagado de buenas intenciones pero queda muy a menudo en agua de borrajas. Porque no hay un legislador global, un tribunal aceptado por todos o un policía del planeta. Ni siquiera en la Guerra de las Galaxias gracias a que Luke Skywalker hace lo que puede para luchar contra el Imperio y evitar que controle todo el universo. En la realidad del mundo de hoy los 193 estados-nación de la ONU son soberanos y aceptan lo que les conviene. Por eso cuando se trata de un problema “internacional” solo puede recurrirse a los tratados, que en definitiva son contratos entre naciones soberanas y que como tales se cumplen no porque exista una autoridad superior sino porque cada estado firmante está por la labor. Desde luego en el ámbito del cambio climático y del calentamiento global cada estado arrima el ascua a su sardina y por ello el indispensable derecho medioambiental es a menudo tan ineficaz.


 La Manga del Mar menor en 2019

 Desde la firma en 1992 del Tratado Conferencia Marco de Naciones Unidas para el Cambio Climático (CMNUCC), todos los años representantes de todo el mundo se reúnen con grande alharacas para conseguir pocos resultados. Como la montaña que parió un ratón. El famoso parto de los montes de la fábula de Esopo que sigue rondando por la Tierra desde hace 2500 años. Con un ejemplo lo entenderás mejor, el tan aireado Protocolo de Kioto de 1997, es un bluff, porque, de entrada, no se unen a él ni China ni Estados Unidos, porque en teoría entró en vigor en el 2005 y acabó en 2012, aunque no se sabe si se prorrogó realmente en el 2011, porque en el 2012 se salió Canadá, y porque en el 2015 aún sigue teniendo fecha de caducidad, pues tras firmarse el Acuerdo de París, este solo entrará en vigor en el 2020, aunque está por ver si será más eficaz. No te asustes lector si todo esto te parece un lío. Porque lo es. Es un batiburrillo y, sobre todo, es muy poco efectivo. Mucho ruido y pocas nueces, parafraseando la famosa obra de Shakespeare (Much ado about nothing).


 Es verdad que también hay que valorar que influye en la inoperatividad del derecho medioambiental el que a nivel mundial las opiniones estén dividas sobre si resulta o no útil. Para algunos hay avances notables en la lucha  contra el cambio climático porque desde el año 1970 en que se inicia la reacción jurídica contra los gases que provocan el “Efecto invernadero”, el combate de unas pocas y aisladas decenas de asociaciones raíz (grassroots) o comunidades de base, se ha convertido en una lucha planetaria que moviliza a millones de personas en todo el mundo. Y ello ha acabado por tener consecuencias que se traducen en resultados tangibles.

 La educación medioambiental se ha convertido en una parte insustituible y estandarizada del curriculum escolar. Y económicamente hablando la industria destinada a controlar la polución, solo en Estados Unidos, factura en torno a los 200.000 millones de dólares anuales, generando un millón y medio de empleos. El derecho medioambiental ha tenido además un impacto positivo en la medida en que en Norteamérica, por ejemplo, el aire, el agua y el suelo están hoy más limpios que estaban en 1970, lo cual es muy meritorio teniendo en cuenta el tremendo crecimiento económico experimentado desde entonces. Según datos de la Agencia de Protección del Medioambiente norteamerican (Environmental Protection Agency)  al iniciarse el nuevo Milenio, si adicionamos las emisiones de los 6 principales elementos que polucionan el aire, sus niveles habrían descendido desde 1970 un 25%, a pesar de que en ese mismo período el consumo de energía ha aumentado un 43%, los kilómetros recorridos en coche por los conductores norteamericanos un 149%, y el PNB norteamericano un 160%. A lo que hay que añadir que dos tercios de las aguas que son objeto de vigilancia medioambiental permiten que la gente pesque y nade en ellas, cuando hace apenas tres décadas eran cloacas a cielo abierto.

 Otros analistas, en cambio, son mucho menos optimistas, cuando no directamente mucho más pesimistas. Para ellos en su medio siglo de desarrollo el Derecho medioambiental ha tenido muy poco impacto a la hora de frenar la degradación ecológica del planeta. Toda la batería de medidas jurídicas adoptadas por el Gobierno de los En Estados Unidos desde 1970 para proteger el medioambiente y las instituciones creadas con este fin no han logrado evitar que haya desaparecido el 53% de los humedales (wetlands) y el 90% de los bosques originarios (old growth forrests), que 9000 especies estén en riesgo de extinción, o que no se pueda pescar en el 44% de los ríos norteamericanos. Sencillamente porque siguen vertiéndose anualmente en el aire, el agua y el suelo dos millones de toneladas de productos químicos tóxicos. 




Y la Tierra no es la única afectada, pues también sufre las consecuencias de la destrucción medioambiental la salud humana. De entrada porque, actualmente el 95% de la población mundial tiene un alto riesgo de sufrir cáncer de pulmón, debido a las toxinas que flotan en el aire que respiran. Un estado de cosas que ha favorecido el surgimiento de una literatura de gran calado ecológico, que pone en evidencia el daño que el ser humano está infligiendo al planeta, como Annie Proulx en su libro El bosque infinito (2016) o la sátira ecologista de Jonathan Franzen Libertad (2010).



Este colosal daño a la Tierra y a sus habitantes tiene su origen en la Revolución industrial, aunque cuando realmente se acelera exponencialmente es durante los últimos 30 años; período que los medioambientalistas llaman la Era moderna del derecho medioambiental (Modern Era of Environmental Law), caracterizado porque en él los ecosistemas se han reducido en un 33% y los humanos ya hemos consumido irreversiblemente un tercio de los recursos naturales del Planeta. Y en estas condiciones a la pregunta de si funciona el Derecho medioambiental hay que contestar con un rotundo "no". Como mucho podría hablarse de éxitos pequeños, pero valorada en su conjunto la destrucción provocada por la actividad industrial ha sobrepasado con mucho la eficacia de la batería de normas jurídicas que protege el medioambiente. Por eso se ha podido afirmar, expresivamente, que desde el punto de vista de la salvaguarda ecológica las leyes e instituciones medioambientales son el bastón en el que se apoya la Humanidad mientras camina hacia su propia destrucción.    



Cambio de prioridades

  Desde la perspectiva de la historia jurídica lo que está claro es que hoy se está poniendo en tela de juicio que el hombre pueda ejercer un dominio absoluto sobre la naturaleza. La polución, la deforestación, la sobreexplotación agrícola están degradando el planeta a marchas forzadas y por ello estamos en un punto en el que hay cada vez más gente convencida de que el derecho debe anteponer la protección del planeta a los intereses económicos del hombre. El cambio climático y el agotamiento de las reservas naturales hacen que los dogmas del crecimiento económico y el mantenimiento del nivel de vida pasen a un segundo plano y prevalezca la necesidad de salvar la Tierra.



Y algo está cambiando. Los esfuerzos a nivel global pueden ser decepcionantes –porque entre otras cosas el derecho es considerablemente ineficaz a nivel internacional-, pero si dividimos el mundo en áreas geográficas las cosas no están tan mal. Es un lugar común afirmar que los Estados Unidos son la bestia negra del cambio climático y que los norteamericanos son los campeones de la degradación del planeta. Sin embargo lo que se olvida es que, paradójicamente, fue el gobierno federal norteamericano el primero en crear organismos públicos destinados a proteger el medio ambiente. Concretamente fue el denostado presidente Nixon (1969-1974), el del escándalo Watergate, quien creó en 1970 la Agencia de Protección del medioambiente (Environmental Protection Agency, USEPA) y la Administración Nacional oceánica y Atmosférica (National Oceanic and Atmosferic Administration, NOOAA). Dos organizaciones  que cuentan con una importante red territorial de sedes y miles de funcionarios pagados con cargo a los impuestos de todos los norteamericanos. Los europeos tardamos la friolera de 20 años más -hasta 1990- en crear una Agencia europea del medioambiente.











CUESTIONES:


1. ¿Qué es el “efecto invernadero?

2. ¿En qué país y cuando se inicia la protección del medio ambiente?


3. Explica la frase siguiente: desde el punto de vista de la salvaguarda ecológica las leyes e instituciones medioambientales son el bastón en el que se apoya la Humanidad mientras camina hacia su propia destrucción.

4. ¿A partir de cuándo la lucha contra el medioambiente empezó a ser eficaz? ¿Qué acontecimiento de la Guerra fría justificó la alarma medioambiental en la población?

5. ¿Cuál es la principal dificultad jurídica que plantea la protección y defensa del medioambiente? 

6. ¿Por qué en Europa es donde hoy el derecho protege más eficazmente el medioambiente?  

7. Explica qué es la “constitucionalización” del medio ambiente.

8. ¿En qué medida los derechos humanos ofrecen una protección contra el cambio climático? Sitúate en un plano jurídico

9. ¿Cómo pretende el capitalismo luchar contra el calentamiento climático? 




HACIA UN DERECHO DESHUMANIZADO




Hasta ahora hemos considerado el derecho como un producto de la sociedad humana. El primer capítulo de este libro se llama el animal jurídico porque los humanos se impusieron a las demás especies animales gracias a su rico lenguaje y a su poderoso sentido social, dado que somos los únicos seres vivos capaces de convivir en grandes grupos colectivos. El extraordinario progreso de los humanos como especie se basa en que el homo sapiens es el único animal que tiene la capacidad de conectar entre sí a un grupo elevado de individuos. Gracias a que somos capaces de compartir narrativas ficticias como una sociedad anónima, un estado o una nación, pero también a que hemos desarrollado un método avanzado de resolver nuestras disputas: el derecho, gracias al cual evitamos que un conflicto pueda degenerar en guerra. A eso dedicamos nuestro segundo capítulo, en el que dejamos claro que no puede haber sociedad sin derecho. La sociabilidad es la base de la superioridad humana, y el derecho el instrumento indispensable para que esta capacidad organizativa perdure. Los griegos son la base de la cultura occidental, pero esta habría desaparecido de no haber sido por el derecho romano. En última instancia pues es gracias al derecho que el homo sapiens ha conquistado el planeta.

Llegados a este punto sin embargo es necesario advertir que en el siglo XXI esta premisa básica de que el derecho es cosa de humanos se está tambaleando. Por tres motivos. Primero porque hoy se discute cada vez más que el ser humano sea más importante que el planeta. Segundo porque no está claro que los animales deban ser considerados seres inferiores al hombre. Y, tercero, porque la ciencia está en vías de crear seres mucho más operativos que los humanos, lo que entraña el peligro de que el homo sapiens se convierta en una especie inferior, subalterna en el mejor de los casos, irrelevante en el peor.

 Es crucial en definitiva saber si el hombre seguirá siendo o no el objeto prioritario del derecho. Porque la naturaleza y los animales se conviertan en intereses prioritarios de la protección jurídica, o porque las máquinas, robots y computadoras al desempeñar cada vez más las funciones que antes estaban exclusivamente reservadas a los hombres pueden acabar sustituyéndolos. Y en estas condiciones no resulta descabellado pensar que llegue el día en el que el derecho no tenga como objeto prioritario proteger a los seres humanos, sino a otros intereses superiores.

Es lo que vemos en las tres entradas siguientes: El planeta Primero, Animales jurídicos y El derecho en la era de Frankenstein

miércoles, 27 de noviembre de 2019

ALUMNOS QUE PUEDEN PRESENTARSE AL EXAMEN ORAL

A) Alumnos que HAN APROBADO la asignatura y se presentan para nota definitiva:


ALEJANDRO ÁLVAREZ GARCÍA
MERCEDES BENÍTEZ GÓMEZ
MÓNICA BONILLA GARCÍA
ROCÍO CARRALERO PEDROCHE
GUILLERMO CARRERO OLIVÁN
5

BIANCA CERBU 
MARÍA AUXILIADORA CORDOBÉS PÉREZ
EDUARDO DE LAS PEÑAS GARCÍA
SAMUEL ENOGIERU RUIZ
CHRISTIAN ESCRIBANO CASTRO
10

JAIME FERNÁNDEZ BLAZQUEZ
JUDIT FERNÁNDEZ-CALVILLO CÁCERES
JAVIER FERNÁNDEZ RODRÍGUEZ
ESTHER FERNÁNDEZ SERRANO
CHRISTIAN GARCIA FUENTES

15

LUCÍA GARCÍA LÓPEZ
LAURA GARCÍA SAAVEDRA
ANDREA LEYUAN ZHAN WANG
WASHINGTON EDUARDO MANGUIA TOASO
FRANCISCO MARIN FERNANDEZ
20

SONIA MARTÍNEZ LÓPEZ
JAVIER MATA LANZADERA
ROBERTO MEZEI UNGUREANU 
MARTA MORALES MATO
FERNANDO MUÑOZ REYES
25

SARA NADALES GAGO
SANTIAGO OLIVA MORA
VÍCTOR HORACIO ORTEGA ROMERO
DAYANA MISHELL PALACIOS LEON
ÁLVARO REDONDO MARTÍN
30

PAULA RICO HUETE
SONIA SALVADOR MARTIN
ALBA JULIA TALAVERA GARRIDO
LUIS VILA LOUZAO
IGNACIO VIVAS SÁNCHEZ
35

Por protección de datos os daré las notas “oralmente” el lunes 2 de diciembre. Hay 1 sobresaliente, 5 notables altos, 7 notables, 7 aprobados altos y 15 aprobados.



B) Alumnos que NO HAN APROBADO la asignatura pero pueden presentarse al oral (han sacado más de 4 pero menos de 5)


RAFAEL GILARDI MARTINEZ
SARA SONIA JIMÉNEZ FERNÁNDEZ
ALBA JUANA SANZ
JAVIER MARTÍN MARTÍN
PATRICIA MARTÍNEZ BRAVO
5

MARIA NARDIZ JIMENEZ
LUCÍA POZUECO CASTRILLO
AINARA RODRÍGUEZ MARTÍNEZ
DANIEL SOLER PEREZ
SANDRA VARELA ALONSO
10

BLANCA ZALDIVAR VALCARCE



martes, 26 de noviembre de 2019

¿Cómo acabar con la desigualdad?

Uno de los grandes problemas que debe afrontar el mundo es el del crecimiento imparable de las desigualdades. En el año 2016 un 1% de la población poseía el 50% de los recursos mundiales. Las clases medias encogen y el número de pobres que tienen dificultades para sobrevivir crece de forma alarmante. De ahí el crecimiento imparable de los populismos con figuras como Donald Trump, Marine Le pen, Unidas Podemos, Vox, Nigel Farage y su Brexit. La gente tiene pavor a quedarse sin su parte del pastel y por ello tienden a reaccionar violentamente. Es lo que ocurre en Venezuela, en Chile, en Bolivia o en Colombia. 

Ya hemos visto esta semana cuando hemos hablado de "Capitalismo y derecho" la figura interesantísima de John Rawls (1921-2002) y su teoría de cómo alcanzar una justicia imparcial. Para lo cual rechazaba el sistema socialista en el que el Estado se hacía cargo de la riqueza porque restaba libertad, el capitalista liberal que conducía a unas desigualdades insostenibles, e incluso el sistema del Estado del bienestar porque era el estado el que decidía cómo se reparten los fondos sociales y no la propia iniciativa individual. Por eso proponía un nuevo modelo : la "democracia de propietarios" (Property owning democracy). La función del Estado sería asegurar que toda la población al empezar su vida pudiera contar con una cantidad de dinero que le permitiera partir en condiciones similares a los demás. Y luego dejar que la iniciativa de cada uno decidiera como hacer fructificar ese capital.

                                                                    John Rawls 

 Esta idea genial es la que acoge el economista de moda, el francés Thomas Picketty que ha centrado su pensamiento en la loable lucha contra la "desigualdad", manteniendo el concepto de la propiedad privada que el comunismo suprimió y que ha dado tan malos resultados. El problema es tratar de evitar que el capitalismo se devore a sí mismo, como nos exponía Yanis Varoufakis la semana pasada. En la entrevista que sigue Picketty trata de dar recetas concretas. Leedla porque no tiene desperdicio.  

                                                                           Yanis Varoufakis



Thomas Piketty: “Propongo un impuesto que permita dar a todo el mundo 120.000 euros a los 25 años”


Consagrado como uno de los economistas más influyentes de su generación, el francés disecciona en su nuevo libro las paradojas de la desigualdad y apuesta por un socialismo participativo.


Thomas Piketty (Clichy, 1971) se consagró hace cinco años como uno de los economistas más influyentes de su generación. Su libro El capital en el siglo XXI (Fondo de Cultura Económica) contribuyó a colocar las desigualdades de rentas y patrimonio en el centro del debate en Europa y Estados Unidos. Piketty, profesor en la Escuela de Economía de París, publica ahora Capital e ideología (Deusto). A lo largo de 1.200 páginas que cubren casi medio milenio y cuatro continentes, disecciona las ideologías que han justificado las desigualdades. Y fija el foco en la propiedad privada: la llave que todo lo explica.


Pregunta. Habla usted de “superar” el capitalismo y la propiedad privada. ¿Superar es un eufemismo? ¿Por qué no abolirlos, directamente?

Respuesta. Prefiero “superar”. Si dijésemos “abolir” o “suprimir”, sería meramente negativo. Superar permite mostrar que se trata de un proceso y obliga a decir con qué sistema lo superaremos.

P. ¿El resultado, se “supere” o se “suprima” la propiedad, no es el mismo?

R. El buen resultado es el que funcione. Defiendo un sistema de socialismo participativo. También se puede hablar de economía participativa o circular. La idea es que necesitamos la participación de todos, no solo en la vida política, sino también en la económica. No puede haber una hiperconcentración del poder en un número reducido de personas. El poder debe circular. Y este movimiento está en marcha: el capitalismo hoy es diferente al del siglo XIX. El capitalismo puro consistiría en concentrar todo el poder en los propietarios y los accionistas, poder despedir a quien uno quiera y cuando quiera, o triplicar el alquiler al inquilino de la noche a la mañana. Un capitalista del siglo XIX vería como una herejía las reglamentaciones actuales para limitar los derechos de los propietarios.


P. ¿Las cosas mejoran?

R. Hay una evolución hacia una mayor igualdad. Las desigualdades, aunque hayan aumentado desde los años ochenta o noventa, son menores que hace un siglo. El mundo del siglo XIX, con una propiedad concentrada en unos pocos, no solo era injusto, sino que producía menos crecimiento que el que hubo en el siglo XX con la clara reducción de las desigualdades.

P. Este proceso hacia una mayor igualdad, ¿no es atribuible también a la propiedad privada y al capitalismo?

R. La cuestión es qué capitalismo. La lección de la historia es que la propiedad privada es útil para el desarrollo económico, pero únicamente si se equilibra con otros derechos: los de los asalariados, de los consumidores, de las diferentes partes. Yo digo sí a la propiedad privada, mientras se mantenga en lo razonable.



P. Podría explicarse la historia de Capital e ideología por medio de ideas como la libertad o la innovación. Usted opta por la propiedad. ¿Por qué?

R. El desarrollo de la propiedad privada es una transformación fundamental, con una dimensión emancipadora, ligada a la libertad, y a la vez una dimensión de alienación y de dominio. El paso de las sociedades que llamo trifuncionales del Antiguo Régimen, compuestas por los clérigos, los guerreros y el tercer Estado, a las sociedades de propietarios en el siglo XIX, tras la Revolución Francesa, representa un progreso. El problema es detenerse a medio camino: desarrollar la igualdad formal ante el derecho de la propiedad sin ir hacia la igualdad real, hacia la verdadera difusión de la propiedad. En el momento de la Revolución, no se hizo una gran reforma agraria en Francia. No se dio a los campesinos 10 hectáreas, ni se limitaron las propiedades individuales a 200 o 500 hectáreas. Otras sociedades lo hicieron. Cuando se ofrece a la gente la posibilidad de trabajar la tierra para sí mismos, se mejora la productividad. Lo mismo vale en general.

P. ¿En qué sentido?

R. La propiedad privada es un buen sistema para coordinar las acciones individuales y permitir a cada uno realizar sus proyectos, con una condición: que haya acceso a la propiedad. Y, en algunos casos, la sacralización del derecho de la propiedad convierte las relaciones sociales en algo brutal.

P. ¿Por ejemplo?

R. En los debates sobre la abolición de la esclavitud en el siglo XIX, intelectuales liberales como Alexis de Tocqueville consideraban que había que compensar a los propietarios de esclavos, en vez de a los esclavos. Y recuerde que en 1825 Francia hizo pagar a Haití —la mayor concentración de esclavos del mundo atlántico y la primera revuelta de esclavos en 1791-1792— el 300% de su PIB, con intereses enormes, por el precio de su libertad, y Haití lo arrastró hasta los años cincuenta del siglo XX. Ahí se ve la contradicción de la filosofía de la propiedad. Tiene una dimensión emancipadora y otra que sacraliza el derecho de la propiedad hasta tal punto que perpetúa las viejas desigualdades, incluso bajo su forma más brutal, que es la propiedad de seres humanos por otros seres humanos.

P. ¿Puede compararse la propiedad de esclavos con la propiedad de bienes no humanos?

R. El argumento entonces era que, si empezamos a redistribuir las propiedades, no sabremos dónde parar. Hoy, aunque las formas de propiedad sean diferentes, existe el mismo temor. Pienso que es posible debatir colectivamente para limitar la propiedad. Muchas personas lo rechazan diciendo, como Tocqueville, que, si se empieza a poner más impuestos a las personas que tienen mil millones, después serán los que tienen un millón y los que tienen 100.000 euros. Pero la historia muestra que, por medio de la deliberación democrática, se pueden encontrar límites a lo que es una propiedad privada razonable y lo que es una propiedad privada excesiva.

“Defiendo un sistema de socialismo participativo. Todos debemos intervenir en la vida económica”

P. Propone un impuesto del 90% sobre el patrimonio de los más ricos. ¿Por qué el 90% y no expropiarlos?

R. El objetivo es hacer circular la propiedad, permitir que todo el mundo acceda a ella. El impuesto sobre la propiedad permitiría financiar una herencia para todos de 120.000 euros a los 25 años. Ahora la mitad de la población no posee patrimonio. Aunque uno tenga un buen diploma y un buen salario, puede que una parte importante del salario sirva para pagar toda la vida un alquiler a hijos de propietarios y carezca de medios para crear su propia empresa.

P. ¿Todos propietarios?

R. Quiero una sociedad en la que todo el mundo pueda tener algunos centenares de miles de euros, y en la que algunos que crean empresas y tienen éxito tengan unos millones de euros, quizá a veces unas decenas de millones de euros. Pero, francamente, tener varios centenares o miles de millones no creo que contribuya al interés general. Hoy tenemos muchos más ricos con mil millones o más en Estados Unidos que en los años sesenta, setenta u ochenta. La promesa de Ronald Reagan en los años ochenta era que se reducirían los impuestos para los empresarios y que, aunque esto crearía más desigualdades, no sería grave porque habría tanta innovación y crecimiento que los salarios e ingresos aumentarían como nunca. Lo que se observó fue que el crecimiento se dividió en dos.

P. En Europa no hubo revolución reaganiana, pero tampoco la innovación de Silicon Valley.

R. El problema es que esta innovación tampoco se traduce en un crecimiento de los ingresos. Lo que me interesa es el crecimiento y los salarios, y el crecimiento en Estados Unidos se redujo a la mitad. Hay dos razones. Reducir los impuestos a los más ricos y tener más milmillonarios no aporta nada al crecimiento. Pero la verdadera razón fue que se estancó la inversión en educación. El resultado es que hoy muchas personas van a la universidad sin los medios que necesitarían. La lección es que lo que llevará al crecimiento en el siglo XXI es, ante todo, la educación.

P. ¿Por qué los milmillonarios deben pagar un 90%? ¿Por qué esta cifra y no otra?

R. Un 90% a quien tenga 1.000 millones de euros significa que le quedarán 100 millones de euros. Con 100 millones todavía uno puede tener un cierto número de proyectos en la vida. El objetivo es regresar a un nivel de concentración de la fortuna que era más o menos el de los años sesenta, setenta u ochenta en Estados Unidos y en Europa. Mi enfoque es empírico. Lo que queremos evitar es la sedimentación. Mark Zuckerberg tuvo una buena idea a los 25 años. Pero, ¿esto justifica que a los 50 o 70 años continúe decidiéndolo todo sobre una red social mundial?

P. Si no se hace nada ante el aumento de las desigualdades, ¿qué ocurrirá?

R. El riesgo es una explosión de la Unión Europea, otros Brexit. O bien una toma del control por parte de movimientos xenófobos. Puesto que no logramos regular el capitalismo, hacer pagar impuestos a los más ricos y tener una economía más justa, nos desatamos golpeando a los pobres de origen extranjero. Lo hemos visto en la historia europea, o de Estados Unidos con la segregación racial. Mejor no probarlo.

P. ¿Usted es propietario?

R. Sí. Pero el presidente Emmanuel Macron decidió exonerarme del impuesto sobre la fortuna [en Francia, el impuesto de solidaridad sobre la fortuna o ISF se suprimió en 2017 y se sustituyó por el impuesto de solidaridad sobre la fortuna inmobiliaria o ISI, que no se aplica al patrimonio financiero].

P. ¿Le habría gustado pagarlo?

R. Sí. Cuando uno escribe un libro como El capital en el siglo XXI, del que se venden 2,5 millones de ejemplares, no significa que sea mil veces mejor que aquellos de los que se venden 2.500 ejemplares. En parte es la suerte. Y me beneficié de las ideas de colegas y del sistema educativo francés. Es una ilustración perfecta de que las rentas y la propiedad siempre tienen orígenes sociales.No lo inventamos todo nosotros solos. Desde el momento en que uno obtiene altos ingresos, se ha beneficiado de muchas otras personas. Mi experiencia ha confirmado mis convicciones.



Extraído de: El país 24 de noviembre de 2019

Entrevista de Manuel Braun

https://elpais.com/elpais/2019/11/22/ideas/1574426613_189002.html?prod=REGCRART&o=cerrideas&event=okregistro&event_log=oklogin

jueves, 14 de noviembre de 2019

HISDER. 18ª y 19ª clases: Lunes 11 y martes 12 de noviembre de 2019


I. MATERIAL AUDIOVISUAL: 

Yanis Varoufakis

“El capitalismo devorará la democracia.. alcemos la voz”

https://www.ted.com/talks/yanis_varoufakis_capitalism_will_eat_democracy_unless_we_speak_up?language=es


II. EJERCICIOS


A) CRONOLOGÍA de Historia Jurídica:

Fechas importantes: 

Esta semana toca repasar las fechas del siglo XX.  

Palabras a entender: 

- Bürgerliches Gesetzbuch (B.G.B)
- Sociedad de Naciones
- Acuerdos de Letrán
- Ley habilitante
- Noche de los cuchillos largos
- Procesos de Moscú
- Conferencia de Wannsee
- Conferencia de Yalta
- Juicios de Nüremberg
- Plan Marshall
- Declaración Schuman
- CECA
- Tratados de Roma
- Sentencia Costa v. Enel
- Glasnost y Perestroika
- Tratado de Belavezha


B) DESARROLLO DEL PROGRAMA : Pregunta de los epígrafes 18 y 19


EPÍGRAFE 18: Capitalismo y derecho

 Como sabemos, el surgimiento de la burguesía y la noción de lucro, consecuencia de la Revolución comercial transformaron radicalmente la idiosincrasia occidental. El surgimiento del "Gran capitalismo" descrito por Werner Sombart (1863-1941), durante los siglos XVI y XVII, y la Revolución industrial que se inicia a mediados del siglo XVIII favorecen el triunfo del modelo no intervencionista del Estado liberal basado en la idea del "Laissez faire, laissez passer le monde va seul". 

 Así en el curso del siglo XIX el poder, controlado por las élites pudientes a través del sufragio censitario, utiliza el derecho para que el modelo capitalista se desarrolle hasta sus últimas consecuencias. Lo que lleva a una prosperidad sin precedentes, acrecentada porque los estados liberales europeos, liderados por Inglaterra, expanden su dominio colonial por todo el mundo entre 1850 y 1914. Un movimiento que explica en gran medida porque el mundo a día de hoy vive a la hora occidental, siguiendo en mayor o menor medida el ejemplo del Japón, país que pasó en pocas décadas, por la iniciativa del emperador Meiji Tenno (1867-1912), de una estructura feudal a un país moderno e imperialista. Precísamente por adoptar el modo de vida occidental. 

El modelo liberal de Estado, se caracteriza por defender unos límites severos a la intervención y al poder del Estado y dejar el derecho en manos de los particulares. El Estado cuenta con el control del instrumento jurídico de la ley pero esta está limitada en cuanto a su operatividad por los otros dos instrumentos jurídicos escritos del "pacto social" erigidos en dogmas básicos del liberal-capitalismo : la constitución y las declaraciones de derechos fundamentales.  El estado solo debe intervenir para garantizar a toda costa el crecimiento de la economía que es fundamento de la prosperidad de todos sus miembros. Una idea expresada por vez primera con claridad por el economista escocés Adam Smith en su obra canónica  "La riqueza de las naciones" (1776). Desde entonces se asienta la idea en Occidente de que ganar dinero es muy buena cosa porque los beneficios provocan inversiones que aumentan el tamaño del pastel económico. Y cuanto más grande sea el pastel más próspera será la sociedad. 

 El derecho deja de ser en consecuencia un instrumento en manos del estado. Como para los liberales el mejor gobierno es el menor gobierno, los particulares deben ser protegidos de que el poder controle el derecho mediante una constitución y unos derechos fundamentales erigidos en pilares del credo liberal. Porque ""Los hombres nacen y permanecen libres e iguales en derechos" como reza el artículo 1 de La Declaración Universal de los Derechos del Hombre y del Ciudadano aprobada por la Asamblea nacional francesa el 26 de agosto de 1789. La mala noticia es que como algunos humanos son más espabilados que otros, la igualdad de derechos en la práctica se convierte en papel mojado. El inconveniente del capitalismo es que el mercado por sí mismo no puede asegurar, como creía Adam Smith, que los beneficios se obtengan de manera justa y aún menos que se distribuyan equitativamente. De hecho dejar el derecho en en manos de las fuerzas económicas como predica la doctrina del "laissez faire" favorece la concentración de la creciente riqueza en pocas manos. La libertad absoluta propicia una creciente desigualdad, que el sistema liberal tiende a perpetuar. La libertad y la igualdad se convierten en términos antagónicos e incompatibles. 


EPÍGRAFE 19: El pluralismo jurídico: ¿Hacia el fin del modelo jurídico occidental?

 Lo mismo que el modelo político de los estados fue un invento occidental, nuestro sistema desde que a mediados del siglo XIX la civilización occidental se extendió por tdo el mundo. No obstante 100 años más tarde, desde mediados del siglo XX esta hegemonía cultural de Occidente ha sido puesta en tela de juicio. Primero porque se inicia un movimiento en defensa de las minorías hasta entonces sometidas a un derecho pensado para el hombre blanco y de una cierta posición económica, ya las leyes eran aprobadas por los parlamentarios hombres y con cierto nivel de renta. Lo que solo cambia a partir de que triunfa el sufragio universal por lo general aceptado desde finales del siglo XIX, y desde el momento en que la mujer alcanza el voto en el siglo XX. Entre los años 1920 y 1970. Por supuesto el acceso de los socialmente desfavorecidos a los puestos preeminentes fue más tardío. Y por supuesto las leyes de discriminación positiva para mujeres y minorías no blancas caucásicas solo se afirman en el último tercio del siglo XX. 

 Es a partir de entonces que aparece un movimiento, inicialmente en Estados Unidos de Estudios Jurídicos Críticos (Critical Legal Studies)  que pone en entredicho la narrativa jurídica tradicional, argumentando que el derecho debe redactarse no desde la perspectiva de los grupos sociales dominantes sino desde la perspectiva de los oprimidos. La lucha por los derechos civiles de los negros en Estados Unidos y la pugna por la equiparación de la mujer al hombre son los hitos más importantes de este combate.

En otro frente tras el final de la Segunda Guerra Mundial se inicia un proceso general de “descolonización” que lleva a la creación de nuevas naciones que acceden a la independencia y se plantean desde entonces abiertamente si deben o no seguir utilizando el modelo jurídico occidental de los colonizadores. Se inicia así un proceso de recuperación de los derechos no occidentales, el que tenían los indígenas antes de que entrasen en contacto con el hombre blanco. 

 Surge así la corriente de pensamiento jurídico llamada “pluralismo jurídico”, que propugna el reconocimiento de diversos "derechos" dentro de un mismo estado. Porque se entiende que el concepto estatal del derecho, entendido como un sistema jerárquico e institucionalizado, ignora las realidades jurídicas no occidentales o simplemente las que no siguen el modelo jurídico estatal. 

 Así, junto al sistema normativo oficial del estado, coexistirían otros sistemas jurídicos integrados por normas de origen consuetudinario, religioso, económico-capitalista, funcional o incluso las surgidas a nivel de comunidades pequeñas.. Algunos defensores a ultranza del pluralismo jurídico defienden incluso aplicarlo a un ámbito más amplio en el que la validez de los órdenes jurídicos no estatales no dependerían de su aceptación por el estado.  El Pluralismo jurídico se habría visto reforzado para algunos por la globalización que habría impuesto según ellos un único sistema jurídico mundial integrado por una red de órdenes jurisdiccionales a nivel estatal, internacional y de comunidades no estatales.  

 En realidad, a día de hoy, el pluralismo jurídico es para muchos más un mito que una realidad ya que ofrece un sistema jurídico desordenado, incierto e incoherente y, para muchos, inadecuado. Por el elevado número de conflictos que provoca entre los diversos órdenes normativos, que no pueden ser resueltos debidamente por la inexistencia de una autoridad superior, ya que cada sistema es autónomo y supremo. Por otra parte se objeta que el reconocimiento de la validez de otros órdenes normativos distintos del sistema jurídico estatal debe tener estar siempre sujeto al límite del respeto a los derechos humanos, como defiende la musulmana Elham Manea en relación con el derecho islámico cuya aplicación en Occidente engendra violaciones de los derechos de las mujeres, los niños y los miembros de la comunidad LGTBI. 


CUESTIONES: 


a) Sobre el epígrafe 18 (Capitalismo y derecho)


1. ¿Cuál es la posición del liberalismo frente al Estado? Piensa en el papel jurídico que desempeña la constitución y las declaraciones de derechos fundamentales. 

2. Define que es la “cuestión social? ¿Por qué surge y cómo trata de resolverse? Piensa en las dos alternativas totalitaria y democrática. De Marx y Lenin a John Maynard Keynes y el New Deal de Roosevelt. 

3.  ¿Qué es el estado del bienestar? ¿Por qué entra en crisis? ¿Cómo tratan Margaret Thatcher y Ronald Reagan de resolver esta crisis?

4. ¿En qué medida el neoliberalismo afecta al derecho afecta a la administración de justicia y al derecho? Piensa en Ronald Coase y su teoría del “coste social”. 

5. ¿Cuáles son hoy las consecuencias sociales de la aplicación de la política desreguladora de los años 1980?

6. ¿Qué es lo que propone John Rawls para lograr que la justicia sea imparcial y equitativa? ¿Por qué rechaza el capitalismo liberal, el socialismo de estado y el estado del bienestar? 

7. ¿Qué es la democracia de propietarios que propone John Rawls? ¿Cómo puede llegarse a ella?


b) Sobre el epígrafe 19 (El pluralismo jurídico)


8. ¿Qué es el movimiento de Realismo legal” norteamericano? ¿Contra qué reacciona?

9. Explica por qué los defensores del movimiento de los Estudios Legales Críticos (Critical Legal Studies) consideran que el derecho tradicional no es un instrumento neutral. 

10. Explica el régimen vigente en los estados del Sur de los Estados Unidos del “Separate but Equal” impuesta por la Ley de Integridad racial de 1924. ¿Cómo era compatible con el principio constitucional de que los negros y blancos tenían los mismos derechos desde que se abole la esclavitud tras la Guerra civil (1861-1865).

11. ¿Cuál fue la posición del Tribunal Supremo norteamericano presidido por John Marshall (el del caso Marbury v. Madison) sobre los derechos de los indios de Norteamérica sobre sus tierras, adoptada en 1823. ¿Tenían los indígenas norteamericanos la soberanía sobre las tierras conquistadas y colonizadas por los blancos?

12. Explica en que consiste el sistema de “Terminación” que los blancos imponen a los indios en Norteamérica que dura hasta 1969.

13. ¿En qué consiste la política inaugurada basada en el principio de la “self determination” que adopta el Presidente Nixon entre 1969 y 1974.

14. ¿Cómo ha compensado el Gobierno federal norteamericano a los indios por el expolio de sus tierras a partir de 1988?

15. ¿Cuál es actualmente la situación constitucional de los indios norteamericanos en la actualidad?

16. ¿En qué se diferencia la política sobre aborígenes del Estado canadiense de la adoptada por el Gobierno norteamericano? ¿Qué cambia a partir de la reforma constitucional de 1982 (artículo 35)?

17. ¿Tienen los indios canadienses derecho a recuperar sus tierras?

18. ¿Conoces algunas minorías que tengan su propio derecho al margen del derecho oficial del estado?

19. ¿Por qué el pluralismo jurídico para algunos juristas occidentales tiene que tener como límite el principio de los derechos humanos? Explica lo que significa. 


C) TEXTOS Nº  26, 27 y 28 (MATERIALES)


Tras leer los materiales propuestos deberéis responder a las preguntas siguientes: 


a) Texto nº 26: “De la sociedad trashumante a la sedentaria: La revolución neolítica”


1. Diferencia entre el significado literal de la diferenciación entre el período paleolítico y neolítico y su significado económico y social.

2. ¿Por qué se produce la “revolución neolítica”?



b) Texto nº 27: “¿El mayor fraude de la historia?


3. ¿Fue la Revolución agrícola un gran salto adelante para la Humanidad? Diferencia el relato tradicional del relato que hace Harari. 

4. ¿Quién fue el responsable de la Revolución agrícola?

5. ¿Por qué Harari considera que el trigo fue nocivio para el ser humano?

6. ¿Qué es lo que cambia realmente la Revolución agrícola en la vida del homo sapiens?



c) Texto nº 28: “La revolución agrícola”


7. ¿Empieza la Revolución agrícola en Oriente medio y desde ahí se extiende al resto del mundo?

8. ¿Entre cuando y cuando se desarrolla la R.A?


D) BLOG "APROBAR Y APRENDER" (LECTURAS)


El aparcamiento

En relación con los textos de esta semana quiero que contestéis a las preguntas siguientes: 

TEXTO Nº 1: 

1. ¿Qué es la Nueva pedagogía y por qué según Inger Enkvist es la responsable del hubdimiento educativo de Occidente?

2. ¿Por qué dice que los alumnos de ahora sois más frágiles que los de antes?

3. ¿Por qué entiende que la universidad española es un “aparcamiento para jóvenes?

4. ¿Qué soluciones propone Enkvist para paliar el hundimiento educativo en España?


TEXTO Nº 2: 

5. ¿Por qué la investigación se ha convertido en la tarea principal de los profesores de universidad?

6. Explica los conceptos de “plagio”, “manipulación de citas” y “publicación salami?.

7. ¿Por qué la investigación se ha convertido en un negocio editorial?

8. ¿Qué ventaja laboral tiene el profesor de universidad que publica mucho?

9. ¿En qué coinciden Inger Enkvist con Emilio Delgado en materia de publicaciones científicas universitarias?

domingo, 10 de noviembre de 2019

El aparcamiento




Volvemos una vez más a la educación y más concretamente a la enseñanza superior y a la universidad. Traigo a colación dos artículos aparecidos esta semana en la prensa relativos al estado actual de la universidad española. Uno de ellos refleja la situación de los alumnos  y el otro la de los profesores. En ambos casos  cabe observar   una clara desmotivación de ambos colectivos, producto de un falseamiento de lo que debería ser la función de la universidad. No hablo de la universidad privada sumida en una lógica empresarial en la que la función educativa se ha convertido en un negocio. Con sus aspectos positivos y negativos. Me refiero a la universidad pública que en principio debería regirse por el principio del interés común y de la igualdad de oportunidades. De los méritos individuales y no de las circunstancias condicionantes de cada uno. 

Ya sabéis que uno de los problemas más graves que tienen a día de hoy nuestras sociedades occidentales es el de la "desigualdad". Hemos hablado ya de por qué tras el hundimiento del muro de Berlín, hace exactamente 30 años, los países del socialismo real desaparecieron del mapa. Al menos en Europa, ya que aún queda Corea del Norte y Cuba. No China donde el capitalismo ha triunfado plenamente, manteniendo en teoría un sistema comunista que se limita ahora solamente al ámbito político. Una contradicción que podría acabar con el aplastante poderío chino. 

 Treinta años después de la desaparición del Telón de acero la realidad es que el capitalismo sin freno ha provocado en todo el mundo un aumento vertiginoso y aterrador de las desigualdades. Con una concentración creciente de la riqueza en pocas manos, lo que supone una disolución progresiva de la clase media y un crecimiento de los populismos que añaden cada vez más tensión al juego político. El mundo occidental, a punto de iniciarse la tercera década del siglo XXI, se ha convertido en un polvorín. La principal causa, una vez más, es el desarme educativo, la pérdida de sustancia y de sentido de la tarea de enseñar. La consecuencia es que las nuevas generaciones van a enfrentarse a un mundo cada vez más inestable "a pelo". A este mundo cada vez más complicado y que se transforma a un ritmo vertiginoso, la mayor parte de los jóvenes llegan desorientados, cuando no perdidos. Esa es la cuestión. 



 Rectificar el rumbo y evitar la catástrofe pasa por volver a darle sentido a la tarea educativa. A la de verdad. A emplear el dineral que gastamos de nuestros impuestos para sostener la educación pública, con el propósito de crear ciudadanos responsables y críticos que comprendan, al al menos lo intenten, el mundo que les ha tocado vivir.Y desde luego el colegio y la universidad no están en España ni mucho menos a la altura de las circunstancias. Es lo que evidencian los dos textos cuya lectura os propongo hoy. 

En el primero se define lapidariamente la universidad española como un "aparcamiento" para jóvenes. Las aulas se han convertido en un paripé desmotivador en el que los alumnos a las pocas semanas de empezar tienen ganas de marcharse, porque no le ven sentido a lo que hacen. Hay muchos abandonos y los que resisten al cabo de años de esfuerzo llegan a la conclusión de que han aprendido poco o nada. 



¿La culpa es de los profesores? El segundo texto deja claro que no. Porque el sistema de promoción en la universidad ha convertido la docencia en una tarea molesta y escasamente gratificante para consolidar su puesto y promocionar. Solo vale la investigación. Y no la Investigación con mayúscula sino un sucedáneo en el que se hacen todo tipo de trampas para publicar en revistas referenciadas, muchas veces "pagando". El resultado es la aparición de miles de artículos "soi-disant" científicos que en realidad no se lee nadie. Porque no tienen ningún interés. Bueno, su único interés es acumular puntos para que la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA) un día los acredite como profesores. Que no como docentes, ya que la docencia no cuenta para nada. Solo la investigación o haber ejercido algún cargo académico.

                                Walter White o como un profe desmotivado puede acabar fatal
                                                            y volverse malo (Breaking bad)

En estas condiciones, como podréis comprender, al profesor le interesa muy poco malgastar su tiempo en enseñaros algo. Porque en ese caso no come. Para vivir tiene que seguir uncido a la espiral de las publicaciones sin sentido.  Y por ello no le queda otra que seguir haciendo el paripé para la ANECA. 

Por fortuna algunos profes siguen en la brecha por ando ahí por vocación, para dar clase a la minoría de alumnos a los que todavía les apetece aprender y para los que el paso por la universidad no es solamente sacarse un certificado administrativo de que han sufrido los rigores del sistema y han apurado el cáliz hasta el final del itinerario académico. Los que no se resignan a tirarse de cualquier manera a la piscina del mundo para hacer un trabajo que muy probablemente no tendrá nada que ver con lo estudiado. Y no digo de lo aprendido, porque la mayoría de ellos no aprenden nada y casi salen peo de lo que entraron. De entrada más resabiados y escépticos.

Esta visión apocalíptica no es catastrofismo puro. Es sobre todo una llamada de atención. Un ruego para que reflexionéis y hagáis algo para cambiar esto. Porque el cambio empieza por uno mismo, porque afrontemos con sentido cada día pasado en las aulas. Sólo así el sistema universitario podrá servir para algo. Y el dinero de los contribuyentes estará bien invertido en formar ciudadanos críticos y con ganas de comerse el mundo y de adaptarlo a lo que queremos y no a lo que nos imponen los intereses de los poderosos que solo van a lo suyo. 




Texto nr.1



                         
                                     

Inger Enkvist: “La universidad española funciona como un aparcamiento para jóvenes” 


Inger Enkvist, catedrática emérita de español en la Universidad de Lund (Suecia), se ha dedicado a lo largo de cuatro décadas y 40 libros a advertir de los peligros de la Nueva Pedagogía, esa corriente que apuesta por que la iniciativa del aprendizaje la lleve el alumno y dice que no tiene sentido aprender datos concretos porque ya están en Google. En Controversias educativas (Encuentro), un libro-entrevista con la periodista que firma esta crónica, la hispanista sueca ve parecidos entre esta tendencia que impera en los colegios y la instrumentalización de la escuela catalana por parte del nacionalismo. Dice que las dos «han dejado de tener respeto por el conocimiento» y se basan más en las emociones que en los hechos.

¿Qué controversias educativas hay en España?

Hay debates no resueltos entre lo público y lo privado, lo religioso y lo laico, las competencias autonómicas y la gestión del Estado, la escuela que es igual para todos y la que asume que los alumnos tienen distintas capacidades. También son controvertidos tópicos como el que dice que ya no tiene sentido aprender contenidos concretos, o el que señala que los alumnos deben construir su propio proceso de aprendizaje y el profesor debe limitarse a ser un guía.

¿No está de acuerdo?

Son cosas que suenan bien pero no funcionan. La nueva tendencia es que el maestro se acomode a las preferencias del alumno y busque, sobre todo, su felicidad, pero la instrucción se diluye y éste no adquiere una base de aprendizaje. A la mayoría de los niños no les gusta el enorme esfuerzo que supone aprender a leer, los primeros pasos no son divertidos. Así que necesitan que el profesor les dirija. Singapur, China, Japón o Corea del Sur consiguen con palo y zanahoria que muchos alumnos estudien. Pero en Occidente se les trasmite a los críos que deben hacer lo que les gusta.


Usted responsabiliza de ello a la Nueva Pedagogía. ¿Qué es?

Es un dogma que se remonta al siglo XVIII y a Rousseau pero que impera en las escuelas actuales con propuestas como la de que el alumno elija lo que quiera estudiar o, en España a partir de la Logse, con la llamada escuela comprensiva, donde todos los alumnos estudian dentro de la misma aula. Pero la escuela igual para todos es maltrato para los alumnos porque los críos tienen distintas capacidades, intereses, voluntad y ritmos.

¿Los países con esta tendencia han empeorado los resultados?

Los países del este asiático, que no pierden el tiempo en estos debates y persiguen que sus alumnos mejoren de forma rápida, están logrando muy buenos resultados en PISA con lo tradicional: el profesor enseña y los alumnos estudian. También Finlandia, Estonia, Irlanda y Portugal, que mantienen la exigencia y los exámenes, no dan más importancia a la psicología del alumno que al currículo y no trabajan tanto en equipo ni por proyectos. Por el contrario, Reino Unido, Alemania y Suecia, que solían tener excelentes resultados, ya no están entre los primeros puestos, porque han reducido la exigencia. Las escuelas que logran muy buenos resultados trabajan con métodos tradicionales.

En diciembre habrá nuevo informe PISA. ¿Cómo ve a España?

No sobresale. Además de la mejorable calidad de los maestros de Primaria, creo que es un error que no haya reválidas como en otros países, porque elevan el nivel y unifican a las CCAA.

¿Los alumnos de ahora tienen menos nivel que antes?

Los alumnos de ahora son más frágiles que antes por no haber sido expuestos a la exigencia y a la frustración. Además, tienen menos conocimientos de lengua y de cultura general. Profesores universitarios españoles me cuentan que sus estudiantes no saben dónde ubicar los países y tienen lagunas muy básicas porque no han estudiado a fondo las asignaturas. Se han presentado como una modernización y un acercamiento al gusto del alumno cambios que implican reducir la materia. Si se reformaran la ESO y el Bachillerato para que tuvieran mayor nivel, funcionaría mejor el ascensor social y no haría falta que tantos jóvenes fueran a la universidad.

¿Cree que están yendo demasiados?

Me llama la atención la masificación de las universidades españolas, a pesar de que no hay trabajo para todos. Deberían tener menos estudiantes pero exigirles más. Algunos van sin interés. Ahora la universidad funciona como un aparcamiento para jóvenes, porque no se sabe qué hacer con todos ellos. Es caro y deprimente para los que sí quieren dedicarse a la profesión para la que se forman.

Sostiene que en la universidad proliferan trabajos de investigación que no aportan nada al conocimiento.

Los profesores realizan trabajos supuestamente científicos que, en realidad, son la lectura de un par de textos. Necesitan publicar mucho para acreditarse y ascender en la carrera universitaria. Todo está inflado, es superficial y resulta engañoso. Además, la obsesión por los títulos hacen que pierdan valor los verdaderos conocimientos. Los políticos españoles, por ejemplo, quieren títulos para colocarse en caso de necesidad.

Las universidades catalanas han suscrito un manifiesto en el que piden la libertad de los «presos políticos» y la autodeterminación e instan a protestar contra la sentencia del 'procés'.

La actuación de los rectores obliga a preguntarse cómo han sido nombrados. Si lo han hecho con criterios políticos más que académicos, debería cambiarse el modo de designarlos.

¿Cómo se ve desde Suecia lo que ocurre en Cataluña?

Algunos piensan que las minorías siempre están oprimidas y que las mayorías son malas. El nacionalismo ha hecho una propaganda intensiva y, si escribes algo que modifique la imagen del paraíso catalán oprimido por los españoles, te atacan.

Viaja a Cataluña con regularidad. ¿Ha visto adoctrinamiento?

Conozco a personas no creyentes que llevan a sus hijos a colegios privados católicos para que no les adoctrinen. Tengo un amigo profesor de Filosofía, socialista convencido, que se deja parte del sueldo en un colegio privado para que sus hijas aprendan castellano y no se conviertan en robots independentistas. Respecto a los libros de texto, los he revisado y está fuera de duda que hay adoctrinamiento en ellos. Si un foráneo los lee, pensará que Cataluña y España son dos países distintos. Intentan dar una idea de la Historia que no es la que los expertos han consensuado. Cuando estuve en el Museo de Historia de Cataluña vi a una profesora que explicaba a sus alumnos la Guerra de Sucesión de forma victimista, haciendo hincapié en lo emocional. «Mirad lo que nos hicieron los españoles», les decía a sus alumnos de 10 años.

Este énfasis en lo emocional es uno de los males de la época.

A los alumnos les dan opiniones, no hechos. La escuela está dejando de tener respeto por el conocimiento, que debe ser la base de la institución educativa. La Nueva Pedagogía dice que el conocimiento no importa tanto como que los alumnos se sientan a gusto. Todo va en la misma dirección.

Como profesora de lenguas, ¿cree que la inmersión lingüística es un modelo adecuado?

Los alumnos en Cataluña no están aprendiendo bien castellano en su forma culta. No se puede tener el mismo nivel estudiando en esta lengua sólo dos o tres horas a la semana frente a alumnos de otras autonomías que dedican 20 horas. El modelo genera desigualdad y afecta a la igualdad de oportunidades, porque perjudica más a los jóvenes de familias con bajo nivel sociocultural.

¿Es partidaria de recentralizar las competencias educativas?

Sí. Fue un error entregarlas. Al Estado le ha faltado coraje para intervenir cuando se observaron los primeros síntomas: tanto el PP como el PSOE han escondido la cabeza debajo de la tierra como un avestruz y erróneamente han creído que, si no hacían nada, el adoctrinamiento iba a desaparecer. He estado con representantes educativos de las CCAA que me han reconocido que son 17 países: cada uno va a lo suyo. Multiplicar por 17 los esfuerzos no mejora los resultados.

¿Por qué dice que es mejorable la calidad de los profesores españoles?

Los maestros de Primaria deberían dar menos asignaturas y tener más especialización. No es cuestión únicamente de tener una actitud positiva hacia los niños, sino de saber lo que explican. El listón está demasiado bajo. Llegan aspirantes que no están capacitados para ser buenos maestros porque saben poco. Se debería hacer una prueba de admisión para acceder a la carrera y cambiar el contenido de la misma. Y unas oposiciones más rigurosas.

El Gobierno sueco le ha encargado un informe sobre la formación docente. ¿Qué plantea para mejorar la calidad de los profesores?

Exigir una nota de corte más alta para estudiar Magisterio. Además, introducir una prueba de conocimientos sobre las materias al final de la carrera y una prueba de lengua para todos los profesores. El objetivo es que estén verdaderamente cualificados y el título no sea sólo un papel.

Inger Enkvist es hispanista y experta educativa

Tomado de:

https://www.elmundo.es/espana/2019/11/05/5dc082c521efa053098b45f0.html?emk=NELMPRM1&s_kw=1T






Texto nr. 2



                     

Plagios, manipulación y tráfico de citas: el negocio encubierto de las publicaciones universitarias

Los incentivos de sueldo por firmar “papers” han desatado un “boom” de publicaciones en España en los últimos años, pero muchas de ellas carecen de impacto y están basadas en malas prácticas
En los últimos 40 años, la investigación ha ganado peso hasta convertirse en el eje sobre el que pivota la Universidad. Una tendencia que, en general, se considera positiva pero con la que han aflorado ciertos riesgos y malas prácticas. Para empezar, porque de ella dependen la evaluación y acreditación de los docentes o el posicionamiento de las instituciones en los ránkings y todo ello condiciona directamente las políticas universitarias.

El movimiento que nació como una necesidad de fomentar la investigación académica, hacer que nuestros investigadores se codearan con científicos de otros países, homologar formas de trabajo y tratar de publicar en revistas de primer nivel se ha mantenido sin variaciones, con independencia del signo político y «siempre hacia una mayor exigencia», defiende Emilio Delgado, catedrático y profesor de Métodos de Investigación en la Universidad de Granada.

«Todos los incentivos de mejora y el sistema de evaluación del profesorado ponen el acento en la investigación, al igual que la transferencia que espera la sociedad de la Universidad o los ránkings, mientras que la docencia queda arrinconada», añade el catedrático, quien advierte de una política que «despierta las más bajas pasiones» y que conlleva el riesgo de «publicar por publicar para tener menos carga docente».

Un simple vistazo a la última década ofrece una imagen del imparable aumento en el número de documentos científicos lanzados desde las 50 universidades públicas y privadas analizadas en el Informe IUNE 2019 con los datos de Web of Science (WoS): de 39.671 en 2008 a 65.619 en 2017, un 60% más. Crecimiento que no ha corrido paralelo al de los documentos del llamado primer cuartil, los de mayor impacto, que han pasado de representar un 51,4% del total de publicaciones de 2008 a un 53,7% en 2017. No es precisamente que haya muchos más profesores, cuyo número apenas ha crecido un 7,3% entre 2007 y 2016, pero sí se ha incrementado la productividad anual también un 60%, de 0,5 a 0,8 documentos al año por profesor de media, cifra que en algunas universidades llega a situarse en el entorno de los tres documentos.

SIN SEXENIOS

Con todo, en el curso 2016/2017 todavía más de una cuarta parte de los docentes de la pública no eran doctores (es decir, solo estaban teóricamente capacitados para investigar un 25,5% que se eleva hasta el 45,5% en la privada) y casi una cuarta parte (23%) de los cuerpos docentes universitarios carecían de sexenios, mientras que los tres cuartos restantes tenían una media de 2,2, según los datos del último informe Datos y Cifras del Sistema Universitario Español.

«Se está publicando mucho más pero hay que matizar, por ejemplo, porque hay más trabajos en colaboración con autores extranjeros y porque WoS ha crecido el número de revistas españolas seleccionadas, y eso incrementa la producción. En valor absoluto sí aumenta, pero posiblemente la evolución no es tan positiva", puntualiza Isidro F. Aguillo, responsable del Laboratorio de Cibermetría del Instituto de Políticas y Bienes Públicos del CSIC. En su opinión, «el problema es que antes no había presión por publicar y ahora estamos casi en el extremo contrario». "Tampoco había un control de la calidad del profesorado, por lo que publicar se ha convertido en una manera de evaluar, con sus limitaciones, pero es un sistema rápido y fácil y cualquier otro mecanismo resulta inviable», matiza.

Con la evaluación de la investigación llegaron los sexenios, que atribuyen tramos de productividad en los sueldos y que, como apunta el catedrático de la Universidad Carlos III de Madrid Jesús María Sanz Serna, «ofrecieron una valoración objetiva de lo que se hacía y potenciaron la investigación". Pero al mismo tiempo, sostiene Emilio Delgado, se han convertido en un elemento de «jerarquización y prestigio social» en la universidad, agudizado a raíz del decreto Wert de 2012, que reducía las necesidades de contratación del PDI a base de «penalizar» con más horas de docencia a los profesores sin sexenios vivos.

A todo ello hay que añadir que, como explica Sanz Serna, «se ha construido un sistema de indicadores para la acreditación y la evaluación que es burocrático y cuantitativo, lo que ha derivado en la publicación de artículos de calidad cuestionable».

Han aflorado malas prácticas como los plagios, la manipulación y el tráfico invisible de citas. 

EMILIO DELGADO, PROFESOR DE LA UNIVERSIDAD DE GRANADA

El hecho de que estos indicadores incluyan el número de publicaciones, el impacto y el número de citas que tienen los trabajos ha hecho aflorar una suerte de malas prácticas como «los plagios, la necesidad de ciertas universidades de leer tesis doctorales a toda costa, la manipulación y el tráfico invisible de citas» para mejorar los llamados «índices de impacto», relata Delgado.

«Hay malas prácticas generalizadas, con muchos más ejemplos de los que salen a la luz, pero no tanto por la presión por publicar como por el hecho lamentable de que los comités que deberían vigilarlas no funcionan», considera, por su parte, Aguillo, quien también atribuye estas tácticas a una mezcla de corporativismo y desconocimiento.

Junto a los plagios, Sergio D'Antonio, sociólogo miembro del grupo de investigación Cibersomosaguas de la Universidad Complutense, habla de usos fraudulentos o no adecuados de los datos, de maquillaje de resultados para que sean «más espectaculares», de intercambio de referencias para posicionar a autores y revistas. También se tiende a parcelar las investigaciones, de manera que, en lugar de un libro o un artículo condensado y bien hecho, resulta más productiva la «publicación salami»: dividir el material en varias entregas.

Sin tiempo ni margen para hacer un trabajo reposado y de calidad, el investigador argumenta que el modelo actual de carrera académica lleva a buscar la mayor rentabilidad, «con estrategias que se tejen en función de las métricas y las publicaciones de alto impacto», uno de los requisitos, por cierto, de cada vez más convocatorias públicas.

Sin embargo, advierte, «se asume que las revistas con índice JCR (Journal Citation Report, las de más impacto) tienen más calidad pero hay un sesgo brutal relacionado con el norte global y la lengua inglesa, lo que, por ejemplo, penaliza escribir en castellano y sobre cuestiones locales». Y eso también condiciona el contenido y la aportación de las investigaciones.

UN NEGOCIO EDITORIAL

Con esta base, el sistema de evaluación en casi todos los países ha apuntalado un lucrativo negocio editorial. Un modelo muy cuestionado porque autores que trabajan en instituciones públicas y con fondos públicos, pagan por publicar en revistas científicas (entre 2.000 y 5.000 euros cuando se trata de las más reputadas) que someten el trabajo a una evaluación de calidad por pares que tampoco cobran nada. Como cada grupo maneja sus presupuestos y no se comparten, se desconoce el volumen de estas actividades, aparte de que existen cláusulas de confidencialidad que impiden saber lo que las instituciones públicas pagan por las suscripciones que les permiten acceder a los contenidos que ellas mismas generan.

"Las editoriales merecen un reconocimiento porque los procesos de evaluación son herederos de su trabajo, pero estoy en contra de sus políticas abusivas", declara Isidro F. Aguillo, quien critica la falta de información fiable y transparente desde las licencias de bases de datos a los costes de suscripción, y el hecho de que los precios varían en función de las instituciones. "Es parte de la opacidad del sistema, pagan lo que sea porque no saben cuánto les cuesta a las demás". Y ese dinero que se destina a revistas de alto impacto, sumado a otros costes como puede ser la traducción, se podría destinar a otros fines, por ejemplo, a un técnico a media jornada durante seis meses, señala a su vez D'Antonio.
Una alternativa a estas revistas serían, según Aguilló, los repositorios digitales, "aunque eso implica que las universidades se abran y hagan un esfuerzo de divulgación". De hecho, se está hablando del "sexenio de transferencia" para promocionar esas actividades, de los cuales hay una experiencia piloto con una convocatoria todavía sin resolver.

Luis Parejo

Extraído de:

https://www.elmundo.es/papel/historias/2019/11/05/5dc1753bfdddffa24c8b4638.html?emk=NELMPRM1&s_kw=7T